Esta tarde serían desalojadas con la fuerza pública las 8 familias que habitan la casona Lopetegui-Mena en Valdivia, dando cumplimiento a la medida emanada el pasado viernes 23 de noviembre por parte del Segundo Juzgado Civil de Valdivia.
Dicho desalojo fue presentado por el Serviu al juzgado, ante la negativa de las familias que habitan el inmueble, de abandonar las dependencias tras la expropiación del Serviu para el desarrollo de un proyecto de conectividad vial como es el puente Cochrane-Los Pelúes.
Frente a este panorama, autoridades como el intendente César Asenjo y la Seremi de Minvu, Andrea Wevar, llamaron a los habitantes a permitir el avance del proyecto por el bien de la comunidad valdiviana.
Sin embargo, ellos se resisten a la destrucción de la casona más antigua de la ciudad (1960), más aún cuando señalan que el proceso ha estado “viciado”.
"FALTA LIDERAZGO Y EMPATÍA"
Unos de los propietarios de la casona, Diego Escalona, se refirió a esta compleja situación y criticó la falta de empatía y liderazgo del intendente regional por la destrucción del patrimonio local, más aún cuando ellos plantearon soluciones como el traslado de la casona. “No han podido solucionar con liderazgo y empatía, porque siempre hemos estado dispuestos a dialogar”, señaló.
Igualmente informó que presentaron acciones ante la justicia para una tasación “como corresponde” del inmueble. “Estamos alerta porque pensamos que no corresponde, por todo los vicios y la inoperancia que han tenido desde que comenzó el proceso”, dijo.
“El intendente nos está acusando de retrasar el puente cuando son ellos quienes retrasan el puente al no presentar un estudio de impacto ambiental, si el estudio dice que no es viable hacer el puente, cómo nos van a expropiar primero si no se puede hacer el puente”, puntualizó.
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