“Agradezco a Dios el haber estado en ese bus, con mi esposa pudimos salvar la vida de un joven y una chica, lamentablemente no pudimos salvar a otros, les pido que también oren por esas familias”, dijo en un mensaje a sus compañeros de trabajo, el joven de Los Lagos que viajaba junto a su esposa en el segundo piso del bus que volcó este sábado en Ercilla.
Sergio René Navarro Cofré y su esposa Victoria de Jesús Cárdenas Ibañez entregaron su testimonio a Diario Laguino.
El joven ingeniero civil mecánico de 28 años trabaja actualmente en Santiago y viajó a Los Lagos junto a Victoria para visitar a su madre, quien además estaba de cumpleaños este domingo 12 Día de la Madre.
El accidente dejó a ambos con golpes y moretones, sin embargo dan gracias a Dios porque no sólo pudieron salvar de morir o resultar gravemente lesionados, sino que también tuvieron la oportunidad (y la fuerza) para rescatar a otros dos pasajeros y ayudar en la evacuación de la máquina.
CINTURÓN MALO
El ingeniero recuerda que una vez que el bus golpeó la barrera, se arrastró unos metros sobre la estructura métálica hasta romperla y cruzarse a la pista contraria, desplazándose de costado, sobre el pavimento, para terminar detenido por el cerro, lo que amortiguó el golpe, pero provocó que mucha tierra ingresara por las ventanas frontales (panorámicas), cubriendo a los pasajeros incluso hasta la tercera fila del lado izquierdo.
Cuando la máquina detuvo completamente su avance consiguió liberarse del cinturón de seguridad, cuyo funcionamiento debió improvisar al salir de Santiago. “Tuve que hacerle un nudo porque estaba sin su sistema de enganche y eso me salvó la vida”.
Sobre el rescate, rememora que una vez que logró desatar el nudo y estabilizarse porque quedó colgado, junto a Victoria ayudaron a dos jóvenes (Oscar y Claudia) que estaban prácticamente bajo tierra. El primero en la segunda línea de asientos y la niña en la tercera fila, logrando sacarlos del peligro para que recibieran atención.
PASAJEROS EN ESTADO DE SHOCK
Mientras Sergio seguía literalmente "desenterrando" a Claudia, ia esposa salió del bus para auxiliar a personas que evacuaban con dificultades por una ventana. Luego se dedicó a calmar a pasajeros que circulaban en estado de shock en los alrededores del bus volcado.
Al interior de la máquina, el joven laguino continuaba ahora con el agotador proceso de abrir la escotilla, una salida de emergencia que no funcionó y que luego de varios golpes con fierros y ayuda desde afuera, cedió para que salieran muchos ocupantes.
Los jóvenes aclaran al igual que ellos, hubo otras personas que, olvidándose de sus golpes, entregaron su mejor esfuerzo para colaborar, en especial en los primeros minutos, mientras aún no llegaba personal de emergencia, bomberos y carabineros.
Coinciden con la mayoría de afectados respecto a que no hubo frenado previo al volcamiento, por lo que la tesis de un obstáculo en el camino pierde fuerza.
“Dios ha sido fiel conmigo y mi esposa, para ayudar y contener a otros, teníamos que estar en ese bus”, explicó este domingo Sergio Navarro a Diario Laguino
CARABINERO AMIGO
Pero el espíritu solidario y cristiano de este joven matrimonio tuvo premio.
Un carabinero que estaba en el procedimiento lo reconoció como ex compañero del Liceo Alberto Blest Gana de Los Lagos y le proveyó abrigo.
“El cabo segundo Balboa me ayudó, él era un estudiante del Liceo Blest Gana, y me reconoció de cuando yo estudié ahí, buscó nuestras cosas y nos trajo mantas para cubrirnos del frío”.
El accidente ocurrió en la Ruta 5 a la altura de Ercilla, cuando el conductor que será formalizado este martes por cuasidelito de homicidio, perdió el control de la máquina y volcó dejando 6 víctimas fatales y casi 50 heridos de diversa consideración.
Sergio y su esposa, casados hace muy poco, pudieron participar este domingo del cumpleaños de Jeannette, madre y suegra respectivamente, en la casa familiar de Villa Los Alcaldes de Los Lagos.
Definitivamente un Día de la Madre y cumpleaños que será difícil de olvidar y de sentimientos encontrados para la familia Navarro Cofré.
Alegría por tenerlos a todos en casa y a salvo, pero tristeza por el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos en una tragedia que nunca debió ocurrir.
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