Una mujer valdiviana de 40 años necesita urgentemente un trasplante de hígado, por una enfermedad autoinmune que la afecta desde que era una adolescente, pero que demoró en iniciar tratamiento y que actualmente amenaza con derivar en un cáncer.
El caso de Pía Fierro se hizo público a través de Chilevisión, describiendo que el año 1997 estando en tercero medio se hizo un chequeo médico habitual en el Hospital de Valdivia, que no arrojó nada. Sin embargo, la falta de médicos especialistas en la zona la llevaron a un diagnóstico errado y el doctor que la vio le dijo que había una alteración de las enzimas hepáticas y que se le iba a pasar. La realidad era que sus enzimas estaban en 400 y lo normal es entre 20 y 50, según confirmó Pía.
Su madre, una tecnóloga médica, envió los exámenes al extranjero pero nunca consultó con un especialista y, al no tener síntomas ni molestias, recién 10 años más tarde un gastroenterólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile le dijo que le preocupaban las enzimas hepáticas elevadas, lo que significó que le hicieran una biopsia de manera inmediata, que es lo que deberían haberle realizado 10 años antes.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El diagnóstico fue una hepatitis autoinmune, por la que inició un tardío tratamiento con medicamentos que consisten en dosis muy altas al principio, sobre todo de corticoides y de inmunosupresores. Los corticoides hinchan la cara y te generan una serie de trastornos debido a las consecuencias secundarias. En el 2010 Pía cambió de médico y conoció a un especialista en hepatitis, el doctor de la Clínica Las Condes, Javier Brahm.
“Cuando tú tienes una hepatitis autoinmune tienes la posibilidad de entrar en remisión, pero si el daño hepático se transforma en algo crónico se transforma en una cirrosis hepática. Yo cuando llegué donde el doctor Brahm ya tenía la cirrosis, un daño irreparable al hígado. Eso afecta a otros órganos, tu hígado se achica, salen várices en el estómago o crece el bazo, entre otras consecuencias”, explicó Pía.
La idea era que se mantuviera durante la mayor cantidad de años lo mejor posible, pero la enfermedad hace que las cosas empeoren de manera inevitable, y en el 2020 su estado empeoró cuando una de las ecotomografías abdominales que se hacía con recurrencia, salieron unos puntos, unos posibles nódulos. Cómo está el riesgo de cáncer, lo primero que hizo el doctor fue pedirle una resonancia.
“SÍ O SÍ VA A SER CÁNCER”
Luego la enviaron directo donde el cirujano, porque le detectaron 13 nódulos, “que si o si se van a transformar en malos. No como los benignos. Sí o sí va a ser cáncer. No era un peligro inminente, pero había que trasplantarse si o si en un futuro cercano” precisó Pía.
Actualmente se encuentra en lista de espera para acceder a un trasplante, y aunque Pía ha adoptado una actitud positiva para hacerle frente a la enfermedad, si no se trasplanta, le comenzarán a suceder algunas cosas como, encefalopatía hepática, que significa que el cerebro se contamina con amonio, picazón en todo el cuerpo, o temblores en las manos. “Son cosas que te empiezan a pasar y cada vez son peores”, aclara.
Con relación a los plazos, los facultativos no pueden dar una proyección precisa sobre su esperanza de vida o tiempo para el trasplante, “solo te pueden decir que es corto o mediano plazo, porque es intentar adivinar cómo va a reaccionar tu organismo”, explicó.
Aun así a principios de 2020 el médico le dijo que su trasplante estaba más cerca de lo que ella creía, pero su situación se complicó en el mes de julio cuando una resonancia evidenció un nódulo que creció bastante. Actualmente tiene 18 nódulos en el hígado y la clasificación más alta es la 5 que significa que es cáncer. El nódulo que ella tiene es 4, que es altamente probable que sea cáncer en un futuro cercano.
TRASPLANTE Y AYUDA
Ahora el trasplante es urgente, para lo cual Pía necesita un donante vivo, o un donante de la lista universal, el que debe coincidir con su grupo sanguíneo y tener condiciones de salud buenas. Además su médico tratante le señaló que iba a elevar una solicitud para que la hagan avanzar en la lista a nivel gubernamental. Aun así existe “el miedo de los trasplantados”, es decir la posibilidad de que su organismo rechace el órgano o que se desarrolle una infección. “Entonces tendré que estar con mucho médico y mucha casa. Incluso, mi perra que se llama Mía no podrá estar conmigo por el tema de posibles infecciones”, dice Pía.
Actualmente, Pía cuenta con el seguro de farmacia contratado con la Isapre, que cubre algunos medicamentos, y aparte debe costear medicamentos por unos 300 mil pesos mensuales. Luego del trasplante será de 700 mil pesos mensuales según los médicos.
La ayuda solidaria también llegó a través de un medio ya conocido por muchos pacientes que deben hacer frente a fuertes gastos médicos; una rifa. El club de Tiro Llanquihue lidera el sorteo que se lanzará el 30 de septiembre y el premio es un Jeep Wrangler Unlimited Sport. Los números valen 20 mil pesos y puedes comprarlos o realizar donaciones en el sitio web www.ganaydejahuella.cl
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