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“Beatlemaniaco” valdiviano cumplió su sueño de ver a Paul

Por Pablo Santiesteban / 20 de octubre de 2024 | 19:30
Juan Vargas se ha dedicado a aprender a tocar bajo electrónico, en parte motivado por su ídolo. Crédito: Grupo DiarioSur y redes sociales.
El conocido periodista Juan Vargas esperó 55 años para cumplir su sueño. “Ahora entiendo por qué hubo beatlemanía”, dijo.
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Debió esperar 55 años para que el sueño se haga realidad y la espera valió la pena con creces. “Por fin entiendo a la beatlemanía”, dijo Juan Vargas, periodista valdiviano que disfrutó en cancha y a pocos metros del escenario el concierto Got Back de Paul McCartney en el estadio Monumental David Arellano de Santiago.

Juan Vargas Oñate, muy conocido por la comunidad regional tras sus exitosos pasos profesionales por el antiguo Canal 10 y El Diario Austral de Los Ríos, actualmente vive su retiro, pero entregado a su pasión paralela, la familia y la música. 

Visitar su casa es encontrarse con cosas e historias alusivas al grupo que ha sido la banda musical de su propia existencia, The Beatles. Juan Vargas tiene una cantidad nada despreciable de videos con la historia del cuarteto de Liverpool, al igual que CDs del grupo o de sus integrantes por separado. Guarda un cariño especial por esa banda, casi como si hubiesen sido sus compinches de travesuras en el colegio.

Pero Juan sólo escuchó a los Fab Four a través de los discos de vinilo, cassettes, CDs y ahora archivos de MP4. Nunca tuvo la oportunidad de verlos en vivo o a uno de ellos, hasta ahora.

“Liverpool-Conce”

En su natal Concepción, a fines de los años sesenta, el adolescente Juan Vargas soñaba con que los Beatles pudieran venir a Chile. “Ojalá los trajeran a Viña”, pensaba, pero la magnitud de lo que significaban los Beatles para la música mundial era estratosférica para el escenario chileno.

El joven Juan Vargas creció escuchando las melodías de rock’n roll de inicios de los 60 y fue parte de las primeras bandas de rock chilenas. En 1967, con apenas 16, integró la banda “The so and so” que marcó el récord de tocar 57 horas seguidas y posteriormente fue baterista del grupo “Tío Juan” que marcó la bohemia del Bio Bio entre 1970 a 1973.

En abril de 1970, cuando se anunció la separación de la banda inglesa, Juan reconoce que sintió una gran pena, luego, el 8 de diciembre de 1980 el mundo se estremeció con la noticia del asesinato de John Lennon en el edificio Dakota de Nueva York.

Juan y varios beatlemaniacos se imaginaron que el impacto de esa noticia iba a hacer que los Beatles sobrevivientes, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, más Julian, el hijo de Lennon, marcaran un regreso, pero eso nunca se hizo realidad. Y así fueron pasando los años.

Vargas esperó cuatro horas antes del inicio del show de Paul. Crédito: Katherine Vargas.

“Got back, Paul”

A comienzos de 2024, la hija de Juan, Katty, se enteró de la visita del ya octogenario beatle a Chile y en abril compró dos entradas, una para ella y otra para su beatlemaniaco padre.

Contra todo lo que pudiera esperarse, Juan recibió la noticia de su hija con poco entusiasmo. “Había visto un video de Paul en una actuación en México y lo vi un poco disminuido. Pensé que ya no iba a ser lo mismo, pero cuando fui a su show en Santiago me di cuenta que estaba muy equivocado”, indicó Vargas.

Fue un show de gratas impresiones para este periodista, partiendo por las proyecciones de antiguas fotografías de los Beatles al inicio, pero lo que más lo impactó fue ver a gente de todas las edades y generaciones emocionarse y gritar por Paul. “Vi a muchas personas llorar cuando Paul cantaba. Era como ver de nuevo a la Beatlemanía”, dijo.

“Las luces se apagaron, luego se encendió una bomba de humo y entró Paul, casi como pidiendo permiso. Paul arrancó con “Can’t buy me love” y el estadio explotó”, recordó Vargas. Fueron 3 horas y 15 minutos que el sir inglés de 82 años tocó y cantó con su bajo y después con guitarra, piano y ukelele. “Sonaba como si tocaran en verdad los Beatles, sólo que no veías a John, George o a Ringo”, recordó.

“Me impresionó la sencillez de Paul. Habló algunas frases en español que le tenían escritas. Tocaba sin mirar las cuerdas, sin necesidad de hacer gestos. No había para qué hacerlo. Él es un músico consagrado”, puntualizó Juan Vargas.

El diploma que atestigua el récord mundial de 57 horas tocando sin parar de The so and so, la banda donde tocó Juan Vargas en 1967. Crédito: Grupo DiarioSur.

 Beatlemanía 2024

Juan Vargas reconoció que, tras ver el show de Paul, por fin entiende lo que fue la Beatlemania. “La gente se volvió loca con Paul. Los cuatro deben haber tenido un magnetismo. Las mujeres le gritaban y él dijo en español “chiquillas, cálmense” y después dijo “parece que está bueno el carrete”.

Los homenajes a los Beatles fallecidos no fallaron. Paul sacó un ukelele e introdujo “Something” tema creado por George Harrison para recordar al beatle más joven y después sorprendió interpretando “I got a feeling” y emitiendo en un video la parte que canta John Lennon en el famoso concierto de 1969 en la terraza. “Daba la impresión que John realmente estaba ahí. No volaba ni una mosca”, añadió Vargas.

Paul hizo otros homenajes a John y añadió en español “esto es un homenaje a mi compadre”, un chilenismo para hacerse aún más cercano con el público chileno.

Respecto a la edad, Juan Vargas destacó lo bien que se veía Paul McCartney a sus 82 años y conservando casi-casi los timbres de voz que tenía en su juventud. “Casi en ningún momento se vio que los 80 años le pesaran”, añadió.

“Tocó pocos temas de él, cantó muchos temas de los Beatles y lo que más me gustó a mí fue que cantó muchas canciones del álbum Abbey Road, uno de mis albums favoritos. Lo que sí decía la gente es que no cantó Yesterday”, manifestó.

Para Juan Vargas y su hija ir a ver a Paul McCartney fue cumplir el sueño de una vida y ambos se emocionaron hasta las lágrimas, el padre por escuchar la música de su juventud y la hija como heredera de la música que le hacía escuchar su padre desde muy niña.

“Me siento un privilegiado de entender por fin por qué la gente reaccionaba así en la beatlemanía. Ni los Rolling Stones armaban tanto lío. Decían que son simpáticos, son bonitos, buenos músicos, pero ahora entiendo por qué hubo beatlemanía”, concluyó el periodista valdiviano.

 

 

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