Señalando resultados de diversos estudios científicos, un conjunto de expertos preocupados por los impactos negativos que puede resultar la forestación con especies introducidas, han emitido una declaración publicada en diversos medios de comunicación donde alertan sobre las consecuencias que esta iniciativa conllevaría.
“La evidencia científica ha demostrado que la plantación de árboles también puede tener impactos negativos si no se realiza de acuerdo a estrictos estándares que aseguren una adecuada compatibilidad entre las especies utilizadas y los ecosistemas a reforestar o restaurar”, señalaron. Uno de estos efectos serían los incendios de gran magnitud que pueden liberar repentinamente gran parte del carbono almacenado.
Si bien la forestación para aumentar la captura de carbono es una medida beneficiosa para mitigar los efectos del cambio climático, éstas solo son positivas cuando se “evalúan y consideran los impactos sociales y ecológicos, y la toma de decisiones, a escala local, se realiza de manera participativa y abierta, pero resulta crucial también considerar los impactos negativos de estas acciones”, afirmaron.
El Dr. Mauro González, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, Director del Centro del Fuego y Resiliencia de Socioecosistemas e investigador asociado del (CR)2, Centros que están entre los firmantes de la declaración, explica cómo los monocultivos son foco frecuente de incendios. “Estudios recientes han dado cuenta de la mayor susceptibilidad de las plantaciones a incendios de gran magnitud como resultado de su gran carga de combustible, homogeneidad y extensión. En la Patagonia chilena, durante los últimos años, hemos observado grandes incendios asociados a condiciones de sequía y altas temperaturas, por lo que el establecimiento de plantaciones de coníferas introducidas, densas y continuas, representan un alto riesgo de incendios en el contexto climático actual”.
La estepa de la Patagonia chilena
En el caso particular de la Patagonia chilena ésta posee características únicas importantes de considerar. De acuerdo con lo señalado por los expertos, “es un ecosistema endémico del cono sur de Sudamérica, y contiene un elevado número de especies de flora y fauna únicas. Dada la exclusividad de su fauna y flora, y el alto grado de estrés ambiental al que están sometidos, la estepa patagónica ha sido clasificada como una de las ecoregiones del mundo prioritarias para la conservación por el programa Global 200 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)”. Es así como la Patagonia representa un paisaje único y de inestimable valor ecológico, histórico, social, cultural, además de tener una importancia económica para la ganadería y el turismo.
Son numerosos los efectos negativos que las plantaciones tendrían en esta zona, ya que los pinos utilizados provienen del hemisferio norte y han evolucionado bajo otras condiciones climáticas y ecológicas. Entre las consecuencias, el documento menciona la reducción del hábitat de especies nativas y la biodiversidad de especies herbáceas y arbustivas que no soportan competencia o sombra por especies arbóreas; la disminución de la disponibilidad de agua en el suelo, napas freáticas y caudales; la reducción del valor paisajístico y turístico de estas zonas australes ya que interfieren un paisaje que es parte de la identidad de los habitantes de la Patagonia; las especies plantadas, como los pinos, podrían invadir zonas aledañas generando densos bosquetes que homogenizan el paisaje y adicionan otros problemas como el alto costo de su control.
El Dr. Antonio Lara, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile e Investigador Principal del (CR)2, es otro de los expertos firmantes de esta declaración, quien señaló que “el desafío para mitigar el cambio climático es diseñar e implementar lo que se conoce como soluciones basadas en la naturaleza para aumentar la captura y evitar las pérdidas de carbono de diferentes ecosistemas, tales como bosques nativos, humedales, turberas y océanos. Esto, a la vez de mantener y potenciar sus funciones y servicios ecosistémicos tales como la provisión de agua, mantención de la fertilidad del suelo, y el bienestar social. Claramente plantar pinos en la estepa patagónica no cumple ninguna de estas condiciones y partir de la evidencia científica es una aberración”.
El llamado es a suspender de forma “urgente” el uso de especies exóticas para la forestación dirigida a la captura de carbono en la Patagonia chilena. Proponen una verdadera “solución basada en la naturaleza”, es decir reforestación y restauración con especies nativas, una alternativa sustentable y duradera de captura de carbono recuperando la cobertura boscosa y conservando los procesos ecológicos y la biodiversidad de estos ecosistemas, además de proveer una multiplicidad de servicios ecosistémicos para las comunidades locales.
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