Luego de la llegada de la expedición holandesa a las ruinas de Valdivia el 28 de agosto de 1643, tras sus tropelías por Chiloé, los nuevos conquistadores se asientan tres meses en su nueva colonia. Tercera parte y final del reportaje histórico realizado por el periodista Pablo Santiesteban, basado en investigaciones del padre Gabriel Guarda y de otros documentos relacionados con el tema.
Como los huilliches dejaron de enviar provisiones a Brouwershaven (Valdivia), parte de la guarnición ya no estaba convencida de seguir en la ciudad y empezaron las deserciones. Fue tal la tensión entre los holandeses que el Vicealmirnte Elías Herckmans -sucesor en el mando del fallecido Hendrick Brouwer- mandó a fusilar a desertores que fueron recapturados posteriormente, luego de hacerles un juicio.
Asimismo, los huilliches les daban noticias de una supuesta cercanía de tropas españolas en el territorio o hacían tretas extrañas para que salgan del fuerte, por lo que el ambiente de desconfianza de los europeos aumentó.
Ante el enrarecimiento del ambiente y la falta de comida para la tropa, Elías Herckmans decidió salir del fuerte de Brouwershaven con la intención de regresar a Brasil para conseguir más hombres y esclavos en la tarea de dar más vida a la nueva colonia. Así los neerlandeses zarparon el 28 de octubre y arribaron a Recife el 28 de diciembre de 1643, sólo para darse cuenta que el capitán Elbert Crispijnsen -a quien habían despachado en septiembre para que avisara de los avances en Valdivia- ya había llegado tres semanas antes y que todo estaba preparado para llevar refuerzos a Brouwershaven a bordo de la nave Hollandia.
Ante ese panorama el recibimiento para Herckmans y los suyos no fue nada cálido en Mauritsstad (Recife). Se le acusó de incompetencia y que debió ser más hábil en sus negociaciones con los huilliches, por lo que se le abrió una causa para ser juzgado. Lamentablemente para el marino no alcanzó a tener un juicio y deprimido por su fracaso falleció el 8 de enero de 1644 de una enfermedad.
Las autoridades neerlandesas pretendieron regresar a Chile, pero la amenaza portuguesa en las costas de Brasil hizo que la prioridad sea defender lo que ya tenían y el proyecto de Valdivia se desechó. Los holandeses fueron expulsados de Brasil por los portugueses en 1654 y todas sus fortificaciones fueron abandonadas y se destruyeron con el paso del tiempo.
La corona holandesa dio varios dolores de cabeza a españoles, portugueses y británicos en sus territorios, de hecho fueron ellos los que hicieron el primer asentamiento en la isla de Manhattan en 1626, bautizada como Nueva Amsterdam, por lo que son los pre fundadores de la actual ciudad de Nueva York en Estados Unidos, antes de ser expulsados por los británicos en 1664, los que le dieron su nombre actual.
El Reino de los Países Bajos aún mantiene territorios de ultramar en Aruba, Curazao y Sint Maarten en el mar Caribe.
REPOBLAMIENTO
Pero volvamos al siglo XVII y a Valdivia. El Virrey del Perú ya se había enterado de la presencia de sus enemigos en el sur de Chile y organizó una gran expedición para repoblar Valdivia. La tarea se encomendó a Antonio Sebastián Álvarez de Toledo y Salazar, segundo marqués de Mancera, quien en 1645 llegó a Valdivia con 1.800 hombres y doce galeones e inició el reforzamiento de los actuales fuertes de la ciudad, obviamente que sin pedirle permiso a los huilliches.
Como los españoles supieron que el holandés Brouwer estaba sepultado en el fuerte que habían abandonado, lo desenterraron por orden del capitán Alonso de Mújica y Buitrón y quemaron su cuerpo “por hereje”, según consta en las crónicas del siglo XVII.
Sobre Brouwer, el historiador y poeta británico del siglo XVIII Robert Southey lo describió de la siguiente manera: “Era hombre de señalado valor, recto proceder y notable integridad, pero odioso a sus subordinados, porque su disciplina era dura a fuerza de ser severa, lo que provenía tal vez más del genio que de falta de discernimiento, pues, como la mayor parte de sus compatriotas de aquel siglo, no conocía Brouwer la compasión ni la clemencia”.
Así acabó la aventura neerlandesa en Valdivia, un paso fugaz que, de haber tenido éxito bien pudo cambiar no sólo la historia de la ciudad, sino que también la de Chile. Los españoles contaban con el apoyo del Virreinato del Perú, punto mucho más cercano que el Recife de Brasil de los holandeses, por lo que tenían más puntos a favor para recolonizar la ciudad y recibir un constante reabastecimiento.
El Marqués de Mancera encomendó trabajar en las defensas del puerto y fue el punto de inicio del sistema de baterías ampliamente conocido en la actualidad en Corral, Niebla y la isla de Mancera. La dependencia de Valdivia al Virreinato del Perú duró hasta febrero de 1820 cuando el Almirante patriota Lord Thomas Cochrane y el mayor Jorge Beauchef se apoderaron de los castillos del fin del mundo para la República de Chile. Pero eso ya es otra historia.
VER PARTE 1: https://www.diariodevaldivia.cl/noticia/cultura-y-educacion/2020/08/cuando-valdivia-se-llamo-brouwershaven-parte-1
VER PARTE 2: https://www.diariodevaldivia.cl/noticia/cultura-y-educacion/2020/08/cuando-valdivia-se-llamo-brouwershaven-parte-2
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